Los expertos advierten: Miles de bloqueadores de GPS en las carreteras del Reino Unido plantean graves riesgos

Los dispositivos populares pueden bloquear eficazmente los sistemas que rastrean coches robados o controlan las largas horas de trabajo de los taxistas. Estos bloqueadores de GPS crean una burbuja de 500 metros alrededor de los vehículos, lo que garantiza la privacidad. «La gente los utiliza para evitar ser detectados», explica un experto. Estos dispositivos se compran ampliamente por su capacidad para obstaculizar los esfuerzos de seguimiento.

¿Podrían los bloqueadores de señales afectar a los sistemas de navegación de las aeronaves?

Los expertos han descubierto que un número significativo de personas en el Reino Unido están utilizando «bloqueadores de GPS», dispositivos que pueden conectarse a los encendedores de cigarrillos de los automóviles para interrumpir los sistemas de seguimiento. Estos sistemas suelen emplearse para identificar vehículos robados, supervisar el uso de los vehículos o garantizar que los conductores respeten los límites de horas de trabajo. Sin embargo, el uso generalizado de estos inhibidores genera preocupaciones sobre posibles riesgos para la seguridad. Específicamente, podría permitir que los conductores de camiones con exceso de trabajo continúen operando a pesar de las medidas de monitoreo implementadas para prevenir accidentes relacionados con la fatiga. Además, si los vehículos equipados con estos dispositivos ingresan a las zonas aeroportuarias, podrían representar una seria amenaza para las aeronaves que dependen del GPS para su navegación. Es alarmante que, a pesar de los riesgos evidentes asociados con estos dispositivos vendidos por Internet, actualmente no existan leyes que prohíban su importación, venta, compra o posesión. Sólo el uso deliberado de dichos equipos para bloquear señales de GPS constituye un delito según la Ley de Telegrafía Inalámbrica, aunque el regulador de comunicaciones Ofcom está trabajando para abordar estas lagunas legislativas.

Miles de personas en el Reino Unido están utilizando bloqueadores de GPS, dispositivos que se conectan a los encendedores de los automóviles y tienen la capacidad de interrumpir los sistemas de seguimiento. Estos sistemas están diseñados para detectar automóviles robados, monitorear el uso del vehículo y evitar que los conductores trabajen demasiadas horas. Sin embargo, los expertos advierten que estos dispositivos adquiridos legalmente plantean riesgos importantes, ya que podrían interferir con los sistemas de navegación de los aviones. Esta cuestión ha salido a la luz gracias a hallazgos recientes, a pesar de que este artículo tiene más de 11 años, lo que destaca la perdurable relevancia de esta preocupación.

La disponibilidad generalizada de bloqueadores de señales en Internet plantea riesgos importantes para la seguridad vial y la aviación. Estos dispositivos, que bloquean las señales de GPS, podrían provocar que los camioneros cansados ​​permanecieran en las carreteras sin ser detectados por los equipos de vigilancia. Aún más alarmante es que si vehículos equipados con bloqueadores ingresan a las áreas de los aeropuertos, podrían representar una seria amenaza para las aeronaves que dependen del GPS para su navegación. A pesar de estos riesgos, actualmente no es ilegal importar, vender, comprar o poseer estos dispositivos. Sin embargo, el regulador de comunicaciones Ofcom está tratando de abordar esta laguna. Otra preocupación es que el creciente uso de bloqueadores de señales podría socavar los planes para introducir seguros de «pago por uso» o sistemas de peaje en las carreteras, ya que los propietarios de vehículos podrían bloquear las comunicaciones con los sistemas de vigilancia. Según la Ley de Telegrafía Inalámbrica, es sólo un delito «utilizar a sabiendas» un dispositivo de este tipo para interferir con las señales de GPS, lo que destaca la necesidad de regulaciones más estrictas.

El profesor Charles Curry de Chronos Technology reveló a The Guardian que los bloqueadores de GPS crean una burbuja de 500 metros alrededor de los vehículos, interrumpiendo cualquier receptor o transmisor de GPS. Esta tecnología inutiliza efectivamente los sistemas de seguimiento, haciendo que el automóvil «desaparezca» de los mapas, como si estuviera estacionado bajo tierra. Estos dispositivos también bloquean las señales GSM, impidiendo la transmisión de datos de ubicación. La policía ya ha confiscado un bloqueador al conductor de una furgoneta, gracias a un sistema de detección desarrollado por el equipo. Bob Cockshott, de la Red de Transferencia de Conocimiento sobre TIC, señaló que la gente utiliza estos bloqueadores para tener privacidad y evitar ser detectados. Con el auge de estos dispositivos, es fundamental mantenerse alerta e informado sobre su posible impacto en la privacidad y seguridad personal.

Los ingenieros que supervisaban el tráfico fuera de Londres descubrieron un uso frecuente de bloqueadores de señales, con hasta diez incidentes al día en determinadas carreteras. Teniendo en cuenta el volumen de tráfico, esto sugiere que miles de usuarios en todo el país pueden estar empleándolos. Estos bloqueadores pueden ahogar fácilmente las señales de los satélites GPS, que son comparables a la potencia de una bombilla de 20 vatios desde una distancia de 12.000 millas. Los expertos especulan que los camioneros que realizan entregas fuera de horario o los taxistas que buscan mantener los pagos completos pueden estar detrás de esta tendencia. El uso tan generalizado de bloqueadores genera preocupación sobre su potencial para alterar los sistemas de navegación de las aeronaves, lo que representa un importante peligro para la seguridad.

Curry y Cockshott advirtieron que los bloqueadores de señales plantean riesgos más amplios que los de los conductores cansados. Estos dispositivos podrían potencialmente alterar los sistemas de navegación de las aeronaves e interferir con la recepción GPS de los conductores que se encuentren en las cercanías, ya que bloquean efectivamente esas señales. Un usuario incluso se quejó en una reseña en línea de que su GPS quedaba inútil cuando el bloqueador estaba activo. Sin embargo, estos bloqueadores disponibles comercialmente quedan eclipsados ​​por los de fabricación rusa utilizados por Corea del Norte, que se rumorea que tienen un alcance de hasta 100 kilómetros. De hecho, estos bloqueadores se desplegaron en mayo de 2012 para codificar las señales de GPS cerca de dos importantes aeropuertos de Corea del Sur, destacando su potencial de perturbación generalizada.

¿Funcionan realmente los bloqueadores o bloqueadores de GPS? ¿Son legales?

Descubra cómo funcionan los bloqueadores y bloqueadores de GPS. Desde frustrar el espionaje corporativo hasta burlar a los delincuentes, estos dispositivos hacen que el rastreo por GPS sea ineficaz. Explora sus mecanismos y la legalidad detrás de su uso.

¿Cómo funciona un bloqueador de GPS?

Al emitir señales de radio de ruido blanco en frecuencias de satélites GPS, los bloqueadores de GPS interrumpen eficazmente las señales enviadas a los dispositivos de seguimiento GPS y a los sistemas de navegación, garantizando la privacidad y seguridad de los usuarios.

¿Funcionan realmente los bloqueadores de señales GPS?

Los bloqueadores de GPS pueden interrumpir las señales, pero tienen un alcance limitado. Sin embargo, los rastreadores modernos con tecnología anti-interferencias, como Guardian Self-install Live Tracker de back2you.com, pueden detectarlos fácilmente. Además, las fuerzas policiales utilizan escáneres de detección de interferencias para localizar a los perturbadores, lo que hace que su uso sea menos efectivo. Considere estos factores antes de invertir en un bloqueador de GPS.

¿Es ilegal utilizar bloqueadores de señal GPS en el Reino Unido?

En el Reino Unido, el uso de dispositivos para interferir o bloquear señales de GPS que interfieren deliberadamente con dispositivos GPS se considera un delito grave, aunque comprar o vender bloqueadores de rastreadores no es ilegal. Los infractores pueden enfrentarse a una pena máxima de dos años de prisión y/o una multa ilimitada, como se establece en la Ley de Telegrafía Inalámbrica de 2006.