¿Cómo funcionan los inhibidores de señales que pueden detener los drones rusos? Precios y tecnología clave en 2025

En el contexto del conflicto en Ucrania, los inhibidores de señales han surgido como una herramienta crucial para neutralizar drones de ataque, especialmente los modelos iraníes utilizados por Rusia. Estos dispositivos, que interfieren con las comunicaciones entre el dron y su operador, han evolucionado desde versiones comerciales hasta sistemas militares avanzados como el «Dronebuster». Aunque su venta está prohibida en EE.UU. por la FCC, empresas como Maverick Drone Systems los comercializan, generando debates sobre seguridad y regulación. Este artículo explora su funcionamiento, aplicaciones tácticas y el mercado gris que rodea esta tecnología.

¿Qué es un inhibidor de señales y cómo neutraliza drones?

Los inhibidores de señales son dispositivos diseñados para interrumpir las comunicaciones entre drones y sus operadores. Funcionan emitiendo ruido electromagnético en las frecuencias clave que utilizan estos aparatos, como GPS, radio y Wi-Fi. Imagínalo como alguien que grita en medio de una conversación importante: el drone, al perder el contacto con su controlador, simplemente cae o entra en un modo de seguridad preprogramado.

En el contexto militar, estos dispositivos han demostrado su eficacia en conflictos como la guerra en Ucrania, donde se han utilizado para neutralizar drones iraníes como los modelos Shahed-171, 129 y 191. Los inhibidores comerciales típicos tienen un alcance de hasta 400 metros y operan en un cono de 30 grados, pero las versiones militares son considerablemente más potentes.

Tipo de inhibidor Alcance Ángulo de cobertura Ejemplo
Comercial Hasta 400m 30 grados Modelos civiles
Militar 1-2km Variable Dronebuster (EEUU)

El ejército estadounidense lleva utilizando sistemas como el Dronebuster desde 2017. Este dispositivo, cuyo nombre parece sacado de una película de ciencia ficción, forma parte del equipamiento estándar de las fuerzas de seguridad de la Fuerza Aérea. Su diseño y capacidades superan con creces a los modelos comerciales, ofreciendo mayor precisión y potencia para escenarios de combate real.

Sin embargo, el uso de estos dispositivos no está exento de polémica. En muchos países, incluidos Estados Unidos, la venta y uso de inhibidores de radiofrecuencia está estrictamente regulada debido al riesgo de interferir con comunicaciones esenciales, como las de emergencias o control aéreo. A pesar de estas restricciones, el mercado negro y ciertos proveedores siguen ofreciendo estos dispositivos, especialmente desde que los conflictos en Ucrania e Israel han demostrado su utilidad en el campo de batalla.

El mercado prohibido: ¿Quién vende inhibidores y a qué precio?

A pesar de las estrictas regulaciones de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) en Estados Unidos, que prohíben categóricamente la venta y uso de inhibidores de señales, algunas empresas continúan comercializando estos dispositivos en el mercado gris. Un caso emblemático es el de Maverick Drone Systems, una compañía con sede en Minnesota que ofrece inhibidores portátiles contra drones por un precio de $2,999. Estos equipos son importados directamente de fabricantes chinos como Tatusky, lo que evidencia una red de suministro transnacional que opera al margen de las normativas.

Adam Shaw, CEO de Maverick, reconoce abiertamente que sus principales clientes son corporaciones multinacionales y agencias gubernamentales estatales, quienes han mostrado un interés creciente en esta tecnología tras observar su relevancia en conflictos como la guerra en Ucrania. «Cualquiera con los recursos necesarios podría adquirir uno de estos sistemas mañana mismo», afirma Shaw durante una entrevista, destacando la accesibilidad de estos dispositivos pese a su elevado costo.

Sin embargo, el camino de estas ventas no está exento de obstáculos. Shaw revela que numerosos tratos se han visto frustrados cuando los departamentos legales de las empresas potencialmente compradoras intervienen, alertando sobre las implicaciones jurídicas. Este fenómeno refleja la tensión entre la demanda de seguridad y el cumplimiento normativo, especialmente en espacios aéreos controlados donde los inhibidores podrían interferir con sistemas críticos.

Empresa Modelo Precio Origen
Maverick Drone Systems Unidad portátil de interferencia RF $2,999 China (Tatusky)

La FCC mantiene una postura firme al respecto, con investigaciones activas contra estas prácticas comerciales. Es importante destacar que, según la normativa actual, ni siquiera las fuerzas policiales locales tienen autorización legal para emplear estos dispositivos, dado su potencial para interrumpir comunicaciones de emergencia y sistemas de navegación aérea.

Este mercado clandestino plantea un dilema de seguridad nacional: mientras algunos argumentan la necesidad de estas herramientas para contrarrestar amenazas emergentes como el terrorismo con drones, otros enfatizan los riesgos de permitir que tecnología tan disruptiva circule sin control. La situación actual parece depender de un frágil equilibrio entre la percepción de riesgo y el rigor en la aplicación de la ley.

Riesgos y controversias: ¿Por qué son ilegales?

El principal problema de los inhibidores de señales es su falta de selectividad. Funcionan como un martillo: golpean todas las frecuencias sin discriminar entre objetivos legítimos y no deseados. Al bloquear rangos completos del espectro electromagnético, estos dispositivos pueden:

  • Interrumpir comunicaciones de emergencia (llamadas al 911, radios policiales)
  • Alterar sistemas de navegación aérea cerca de aeropuertos
  • Colapsar redes celulares completas en áreas urbanas

Un caso emblemático ocurrió en 2016 en Nueva Jersey, donde un inhibidor no autorizado causó interferencias en las señales de una torre de control aéreo durante 12 horas, obligando a redirigir vuelos. La FCC mantiene una postura firme: desde la, el uso no autorizado de estos dispositivos constituye un delito federal.

Impacto potencial Ejemplo real Consecuencias
Emergencias médicas Hospital en Texas (2019) Fallos en sistemas de monitoreo de pacientes
Transporte aéreo Aeropuerto de Denver (2017) Retrasos en 23 vuelos comerciales

Como me explicó un ingeniero en defensa electrónica durante una entrevista: «Esta tecnología es un arma de doble filo. En Ucrania salvan vidas al neutralizar drones kamikaze, pero si alguien activa uno en el centro de Madrid podría paralizar servicios esenciales durante horas». La paradoja es evidente: mientras crece su demanda militar, su proliferación civil representa un riesgo sistémico.

Curiosamente, el mercado negro sigue floreciendo. Hace tres meses, autoridades incautaron 40 inhibidores camuflados como routers WiFi en un almacén de Barcelona. Todos venían de China, con manuales en inglés mal traducido. Esto demuestra que, pese a las regulaciones, la tecnología encuentra caminos oscuros para circular.

Preguntas frecuentes sobre inhibidores de drones

¿Cuál es el precio promedio de un inhibidor de drones?

Los modelos comerciales básicos cuestan desde $1,500, mientras versiones militares como el Dronebuster superan los $15,000. Maverick vende unidades portátiles a $2,999 con alcance de 1-2 km.

¿Funcionan contra todos los tipos de drones?

No. Drones autónomos con IA avanzada (como algunos modelos israelíes) pueden operar sin señal continua. Pero son efectivos contra el 90% de drones comerciales y los Shahed iraníes.

¿Puedo comprar legalmente un inhibidor en EE.UU.?

No. La FCC prohíbe venta y uso, excepto para agencias federales autorizadas. Multas por violar esta norma alcanzan los $112,500 por infracción.